Características generales


El Teatro del Absurdo se refiere a la tendencia en la literatura dramática que aparece en los años cuarenta y principios de los cincuenta en París. Es un término proveniente del uso filosófico de la palabra “absurdo” por existencialistas como Albert Camus y Jean-Paul Sartre. Camus afirmaba que la humanidad debía reconocer que una explicación racional del universo estaba fuera de su alcance; por lo tanto, el mundo era considerado absurdo. Esta actitud se ve en la manera en que los dramaturgos escribían sus piezas: su trabajo se considera una reacción contra los conceptos tradicionales del teatro. Esta innovación afecta a tres áreas fundamentales: el personaje (puede cambiar de sexo, personalidad o estatus), la trama (suele ser circular y rechaza cualquier resolución estética) y los objetos (pueden proliferar hasta expulsar a los personajes).

Sin embargo, el Teatro del Absurdo se caracteriza también por expresar los problemas y las inquietudes del mundo que acababa de vivir la Segunda Guerra Mundial. Así, se estimuló la búsqueda de formas teatrales innovadoras que reflejaran las sensaciones de angustia y desesperación de los europeos. Los dramaturgos se unieron bajo el absurdo como una reacción frente a la ansiedad, lo salvaje y la duda e incurrieron en la metáfora poética para proyectar sus más íntimos estados. Por ello, las imágenes asumen rasgos fantásticos, de sueño y pesadilla, sin interesar tanto la aparición de la realidad objetiva como la percepción emocional de la realidad del autor.